En medio de una crisis persistente de escasez de conductores de camiones en Estados Unidos, un nuevo proyecto de ley bipartidista, denominado Strengthening Supply Chains Through Truck Driver Incentives Act, busca dar un giro al panorama laboral del sector mediante créditos fiscales reembolsables que podrían beneficiar tanto a nuevos profesionales como a conductores experimentados.
Dos versiones, una vigente y otra caducada
Es importante aclarar que esta iniciativa ya tuvo una versión anterior en 2023 (H.R. 2450), la cual proponía un esquema similar de créditos fiscales pero con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2024. Esa primera propuesta caducó sin ser renovada.
La versión actual, presentada el 26 de marzo de 2025 en la Cámara de Representantes como H.R. 2391, es una reintroducción de la idea, con ajustes en montos y plazos, y actualmente se encuentra en trámite legislativo: fue remitida al Comité de Ways and Means y aún debe ser debatida y votada en ambas cámaras antes de convertirse en ley.
Cómo funcionaría el beneficio fiscal
La propuesta plantea un incentivo concreto: hasta 10 000 dólares para conductores nuevos y 7 500 dólares para conductores con experiencia, siempre que cumplan un requisito clave: trabajar al menos 1 900 horas al año, lo que equivale aproximadamente a unas 38 horas semanales en un calendario laboral estándar.
El esquema diferenciado busca atacar dos frentes:
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Atracción de nuevos talentos: los 10 000 dólares iniciales podrían cubrir el costo de la formación y licencias comerciales (CDL), que en promedio se sitúan entre 3 000 y 8 000 dólares, además de proporcionar un colchón económico para quienes cambian de carrera.
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Retención de profesionales actuales: los 7 500 dólares servirían como reconocimiento a la experiencia y un estímulo para que los conductores se mantengan activos en el sector.
El carácter reembolsable del crédito significa que el conductor podría recibir el dinero incluso si su obligación tributaria es menor al monto del beneficio, ampliando así el alcance del incentivo.
Un problema que afecta a toda la cadena de suministro
La American Trucking Associations (ATA) ha advertido que el sector necesita más de 80 000 conductores adicionales para cubrir la demanda actual, y que la cifra podría duplicarse para 2030 si no se toman medidas inmediatas. Las causas incluyen:
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Envejecimiento de la fuerza laboral: edad promedio superior a 46 años.
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Altas tasas de rotación: algunos segmentos superan el 90 % anual.
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Condiciones de trabajo exigentes: largas jornadas y presión por tiempos de entrega.
Esta situación genera tensiones en la cadena de suministro, con impacto en precios, disponibilidad de productos y competitividad.
Expectativas e impacto potencial
De aprobarse, el programa podría:
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Reducir la escasez de conductores en uno a tres años.
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Mejorar la estabilidad laboral y reducir costos de capacitación.
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Fortalecer la cadena de suministro en sectores críticos como alimentos, medicinas y bienes de consumo masivo.
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Impulsar economías locales dependientes del transporte por carretera.
Empresas de logística y asociaciones gremiales lo ven con optimismo moderado: reconocen que no resolverá problemas estructurales como la falta de estacionamientos seguros o las jornadas extensas, pero sí podría aumentar el atractivo inicial de la profesión.
Obstáculos y críticas
Entre las objeciones se señalan:
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Costo fiscal elevado en un contexto de déficit.
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Efecto temporal que no garantiza permanencia de conductores tras la expiración del beneficio.
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Persistencia de problemas estructurales que podrían llevar a nuevos conductores a abandonar en pocos años.
Relación con otras iniciativas
El proyecto se enmarca en un conjunto de medidas federales y estatales para reforzar la cadena de suministro, incluyendo subsidios para licencias CDL y modernización de corredores logísticos.
El Strengthening Supply Chains Through Truck Driver Incentives Act —en su versión 2025 aún en discusión— podría convertirse en una herramienta relevante para estabilizar el transporte de carga en EE.UU. La experiencia de su versión anterior muestra que el interés legislativo por incentivar a los camioneros es constante, pero su impacto dependerá de que esta vez el Congreso apruebe y financie efectivamente el programa.
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